NOTA 15: CAOS EN EL HOSPITAL



—Mira Phillips del otro lado también hay muchísimos policías apuntando también, mira —me señalo con la mirada.

—Si también he notado que huele mucho a pólvora, mucho hasta molesta —le dije tapándome la nariz con la mano.

—Desde aquí es de donde provinieron los disparos entonces, los que alcanzamos a oír y que tanto estruendo provocaron en los alrededores— le dije.
—Si y todavía se siento el miedo y la tensión, mira sus caras.

Mi amigo había percibido bien, todos sin excepción se encontraban a apuntando hacia el hospital, era imposible pasar por alto sus caras de sorpresa, impacto y miedo. Algunos se encontraban fumando y no paraban de aspirar y sacar el humo de sus pulmones. Otros parecían como si estuvieran petrificados como si lo que precedió a los disparos y durante ellos les hubiera dejado un trauma en el fondo de sus ser, todo era tensión y se veía que estaban dispuestos a dispararle a todo lo que se les pusiera enfrente, todo era tensión.

Tan atentos estábamos a los compañeros de Carlos que no nos habíamos percatado que al otro lado de la calle había un contingente de antimotines tratando de evitar el paso de los civiles hacia las afueras de el hospital, era muchísima la gente y se ve que les estaba costando trabajo mantenerlos a raya.

Pero también me di cuenta que también nosotros, al menos yo me encontraba en un problema: que la calle por la que llegamos había sido cerrada ya por otro contingente de policías y antimotines, todo con el mismo fin: evitar que los civiles se acerquen los más posible a las afueras del hospital, pero ¿Por qué están haciendo esto?, me pregunte a mí mismo.

También empecé a notar que algunos policías se encontraban moviendo varios vehículos hacia las orillas bloqueando también los accesos al hospital en apoyo a los antimotines porque sabían que tarde o temprano su cerco iba a ser vencido. Me quede estupefacto al escuchar a unos de ellos hablando a través de su radio, seguro que era el encargado de todo este espectáculo que se estaba montando, el tipo estaba dando órdenes de que también hicieran lo mismo en las otras calles aledañas al hospital.

“Algo grande se está tramando aquí y seguro que va haber mucha acción, pinches policías son buenos para esto”
Me dije a mi mismo sin darme cuenta que Carlos ya se había bajado de la motocicleta y se encontraba ahora frente al tipo que hace unos momentos había visto dando órdenes a través de su radio de banda civil, parecía que estaba regañándolo se veía muy molesto.

Poco es lo que alcance a escuchar:

— ¡Donde andaba agente que lo hemos estado buscando estas últimas horas ¡—le grito el que parece ser el comandante.

—Disculpe mi comandante, es que no había podido llegar causa del bloqueo de calles que se ha estado dando, que no ha visto, con trabajos llegue aquí —le contesto mi amigo un poco impresionado
— ¡Sabe que es lo que pasando aquí agente! —le pregunto fuertemente.

—No mi comandante.

— ¡Vaya que anda perdido agente!, no más porque es de mis mejores tiradores y ahorita lo necesito, si no lo hubiera ya corrido por su ineficacia, ya no me diga tonterías lárguese a cambiar. ¡Ya rápido!

—Si mi comandante nada mas una pregunta, que hago con el periodista que me hizo el favor de traerme en su motocicleta, si no hubiera sido por el créame que por nada hubiera llegado aquí.
De momento me voltearon a ver a mí, me recorrieron de pies a cabeza como si fuera un bicho raro.

—Sabe que tendría que correrlo de aquí, pero en vista de que usted está en deuda con él me voy permitir mantenerlo aquí en los alrededores. —Me dijo con una risita burlona —es para que el infeliz presente una muy buena nota para mañana en su periódico y haber si así siquiera le aumentan mas su sueldo —jajaja, jajajajaa.

Yo alcance a escuchar eso y en voz baja le dije “maldito idiota”.

—Estamos de acuerdo agente Carlos. ¡Ya lárguese!

—Si señor.
Vi como mi amigo se metió a un camión de equipamiento y después le perdí de vista.

“Espero que no tarde, aquí se siente mucha tensión y miedo” me dije, pero es que al mismo también quiero estar aquí, siento que aquí se va poner bueno.

Voltee a ver a mi alrededor y ahora caí en cuenta por que desde hace unos minutos estaban despejando la parte central de la calle que queda frente al HG.

Algunos policías se encontraban pintando marcas con piedras de calidra en la parte central de ese espacio, no alcanzaba a distinguir qué era lo que estaban trazando. No lo note hasta que lo empezaron a remarcar mas con varias pasadas, “que diablos, los trazos dibujaban la figura de una gran “H”, esas marcas siempre están pintadas en aquellos lugares en donde aterrizan HELICOPTEROS.
Pero helicópteros para que fin, o es que están pensando en trasladar gente desde aquí o tal vez enfermos o van a traer más policías para reforzar este operativo. Malditos narcos que dolor de cabeza están causando aquí, que no saben que aquí también se está dando al mismo una contingencia sanitaria de influenza. Parece que les importa poco el hecho de que se podrían contagiar de ella y que su vida se podría ir al demonio.

Son unos idiotas.

Voltee a ver hacia al HG y solo veía humo y se percibía ese insignificante olor a carne quemada, olía horrible a momentos. Y del otro lado al tumulto de gente gritando a todo lo que sus gargantas podían, alcance a entender que algunos querían saber que había sido de sus parientes que todavía se encontraban ahí dentro, no era para más, una parte del HG se encontraba en llamas. Otros que alcance a notar vi que eran enfermeras y tal vez también doctores también gritaban, querían saber que había sido de sus compañeros que también se encontraban ahí dentro.

Se abalanzaban ya con mucha fuerza sobre los antimotines que les impedían el paso, en cualquier momento el cerco se podría romper, gritos y más gritos se dejaban oír:

—Déjenos pasar por favor, quiero saber que es de mi esposo que se encuentra ahí internado.

—Quiero saber que ha pasado con mi hija de 8 años que también está ahí, déjenme pasaaar.
—Quiero ver a mi mamaaaaa.
—Quiero pasar a ver si están bien mis compañeros, una de ellas es mi novia. ¡Déjenme pasar!

Y un sin fin de socorros y plegarias que no paran de escucharse.

Eran ya las 4 AM.
No me había dado cuenta que ya había pasado mucho tiempo desde que llegue aquí, voltee a ver hacia donde está el tumulto de gente, DIOS…ya casi están a punto de romper el cerco de los antimotines, entre ellos ya se han desesperado por que se gritaban mucho, el que parece ser el capitán de esa formación se la ha estado pasando gritando a través de su radio, tal vez estaba pidiendo ayuda, si eso.

Por cierto no había aparecido a un mi amigo que se había subido anteriormente a la camioneta de la policía.
Me saco de mi hipnosis ese frio helado que siempre se deja sentir todas la madrugadas, vi a toda la gente sacar vaho de sus bocas y de mi mismo, me cruce de brazos y baje mi cabeza para tratar de mitigarlo, cuando de repente sentí mucho calor sobre mi cabeza y se metió a mis ojos una gran luminosidad blancuzca, también sentí como el suelo vibro y al polvo del asfalto se levanto para volverá segarme.
Vi que algunos policías se orillaron más hacia la periferia del estacionamiento y empezaron a hacerle señas a eso que tanto nos estaba lastimando la visión, trate de ver que era, si, si es el helicóptero que desde hace rato todos estaban esperando.
— ¡Pero qué diablos! —dije en voz alta.

Ese helicóptero no es uno de la policía, este ES HELICOPTERO MILITAR del tipo Black Hawk, esta cosa viene artillada, porque viene a así, pues que tan armados se encuentran estos malditos narcos que la policía se vio en la necesidad de recurrir a mas potencia de fuego, el aparato está intentando aterrizar en la marca de la H pintada a mitad de la calle. Parece que ya lo logro, ahora esta descendiendo, no me había percatado que en los techos de los edificios cercanos se veían correr varios individuos armados, una de las lámparas del helicóptero apunto hacia esa dirección, que diablos, esos tipos son también soldados, pero llevan un traje más obscuro y van bastante armados.


Algunos ya habían salido de un edificio y se estaban dirigiendo en dirección al helicóptero, cuando se dejo sentir un tumulto de gritos que salían del HG, los gritos a penas se dejaron oír debido al estruendoso ruido provocado por las aspas de la aeronave.

No me habia percatado que todos ellos traian cubrebocas puesto, y menos que uno de esos tipos se salio del grupo y se puso a repartir por doquier cubrebocas al por mayor, saco cientos de una enorme bolsa de plástico.

De otro edificio vi que varias filas de soldados también ya se dirigían en dirección a la aeronave, algunos ya estaban a medio camino cuando los sorprendió un disparo que provino de la columna que se encontraba apostada en las entradas del HG.

Varios de los otros soldados voltearon hacia el origen del disparo y después yo, NO PUEDE SER, QUE COSA ES ESOOOOO……

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Una historia ficticia sobre una probable invasión de Zombies a Mexico en el Siglo XXI. Si eres nuevo y no sabes que onda, empieza desde aqui: --------------------------- http://apocalipsis-azteca.blogspot.com/2010_01_01_archive.html ------------------------------
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